Situada en un terreno en pendiente, entre pinos y arbustos de la zona, encontramos a esta casa modular de diseño que toca tierra a la ligera mientras que otra gran parte de la vivienda, se eleva del suelo gracias a los pilotes estructurales ocultos. La obra arquitectónica posee revestimientos de madera y acero que iremos viendo a lo largo de esta nota.

Esta vivienda dispone de 106 m2 y se compone a partir de dos dormitorios, un baño, una cocina abierta, un comedor, un salón y un trastero. Aspectos que el dueño calificó como imprescindibles. La obra arquitectónica dispone de un techo verde, que se sienta por encima de la estructura mostrando así un compromiso con el medio ambiente.

Las fachadas Sur y Este están enmarcadas por una terraza al aire libre, lo que permite a uno sentarse y contemplar la armonía del ambiente costero. El provecho máximo del terreno es uno de los aspectos claves para el bienestar de los usuarios residentes de toda casa, es por eso que los estudios de arquitectura dan uso de este conocimiento.

La madera y la perfilería metálica juega un papel muy importante en este complejo arquitectónico. Podemos encontrar en toda la casa estos materiales actuando de forma armónica. El juego de colores, es otro aspecto que da un ambiente exclusivo en la casa. Las percepciones visuales también se ven afectadas por las cristaleras de la misma.

Otro punto interesante de la vivienda es la zona del aseo. Este está dispuesto en tal orientación que permite ver a través de una ventana parte del maravilloso paisaje en el que se encuentra la vivienda. Los suelos de madera ofrecen un aspecto cálido mientras que la puerta corrediza de cristal se complementa al impacto visual creando un espacio de diseño.