Es en una urbanización de Tarragona, España, donde podemos encontrar esta casa modular de diseño cubico. La vivienda posee una extensión de 100m2.
La vivienda de una planta sigue una linea marcada por el contraste entre sus colores oxido presentes en el acero corten y el verde de la vegetación que le rodea. También podemos apreciar las amplias cristaleras que permiten al usuario tener una mayor percepción visual desde dentro del complejo modular hacia el exterior.
Dos puertas corredizas con estampados dan el acceso principal a la vivienda. En cuanto a la estructura, el cerramiento interior está conformado por el aislamiento así como paneles de fibra de celulosa y yeso natural para los parámetros interiores. Este tipo de materiales fomenta el uso de recursos ecológicos frente a otras técnicas comunes.
El espacio interior se encuentra distribuido en un Salón‐comedor‐cocina de estilo “open space”, dos habitaciones y un baño. Gran parte del suelo interior de la vivienda se encuentra realizado con parquet blanco sumándose así a las tonalidades de paredes y techos. El mobiliario, de colores suaves y claros, complementa la estética del conjunto.
La originalidad, el confort y la sencillez se unen para mostrarnos un espacio habitable, realizado en un plazo de tiempo corto optimizando los recursos utilizados.